¡Cuidado¡ Gritaban las calles
¡Cuidado¡ Armas, fuego, lonas rotas,
perchas y cuervos, y cuervas...
¡Cuidado¡ ¿De que?
Sólo decía esa maldita palabra,
y también "Toma madroños"
¡Cuidado¡ Jesús... ¡Déjame¡
Y hubo silencio.
Pero el murmullo subió,
Y yo seguía cazando madroños
a cinco euros la desinhibición.
Paseando y sonriendo.
La calle seguía llena de cáscaras
de personas, y de muelas chillonas.
¡muimamo¡ Murmuraba...
Y seguía sin entender por que...
Y de una nos libramos,
en realidad, yo no me libre...
Lanzo un puñetazo,
defendiendo a una golfa
una pequeña zorrilla
que juega a ser maltratada,
a sentirse maltratada,
y lanza a sus perros fieles,
en realidad a su bulldog indefenso
contra un mastondonte nervioso
y pausado calmado.
La zorra jugaba, provocaba,
escupía y sentía que era hora
de mostrarse en general.
De actuar para el Oscar Honorífico.
Seguía jugando al maltrato.
Y miles de mujeres lloraban en sus tumbas.
¡Cuidado¡ Me decía la voz... Y supé por que...
El bulldog lanzo la garra... Y ni la esquive.
Y cuando la voz, expectante a mi reacción
me dijo: ¿Donde vas?
Entonces mis pies eran alas,
y mi corazón era sangre roja...
Me fuí tranquilo
quejandome, como de costumbre,
pero tranquilo...
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