martes, 18 de octubre de 2011

Escorpio perfumado


Serenate, escorpio,
ten piedad.
Pues el corpus
es corpus propio

de este escorpion
envenenado
con su propio aguijon
su propio veneno

secuestra tanto las venas
como vuelve humo
la sangre
la mente.

Lo veras,
pues alrededor
no es si no
silencio, su envenenimiento

y su campo, de cadaveres
donde se apoya,
su victoria
todos caidos, todos desmoronados.

Escorpio, es el miedo,
escorpion, es tu veneno
el que secuestra las mentes
el que engaña al deseo.

Ay del escorpio
con su corpus
mutilado,
su oasis de arena, seco

y su perfume
a quemado,
y su punta
afilada.

Hasta el gatito gordo
y piojoso de la vecina
en su chavolita
lo percibe,

y en su modorra
le bufa,
se yergue
se mentaliza de su muerte.

Hay algo desesperado
en llorar a solas en el cine.

Hay algo de amor frustrado
en apretar los labios.

Hay algo de victima
en las miradas ganadoras.

Hay algo de paja
en este poema.

Hoy, dia normal del calendario
ni tarde ni pronto,
ni equinocio ni concierto
el trasvase sucedio.

Pretencioso quiza me jacto
pero hoy es el dia
que hay de nuevo primavera
que la hierba huele,

la calle huele
la lavanderia,
el corcho de los arboles
ekl viento de lluvia

y el costo entre las señoras,
y el sudor de las señoritas
y se parpadea quizas
algo un poco mecanico,

un poco que es parte de mi
el que se me caigan las zapatillas
y me crezcan unas chanclas
me crezcan los pelos

el moreno tez y la emosexualidad.
Quizas, la guitarra
quizas los callos,
quizas el alcohol con todo este calor

todo este calor de nuevo tiempo.
Chin chin.

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