El mar orgulloso mece su cuerpo
herbicida
mientras sus pechos emanan
la sangre del orgullo.
Sin piedad
ni misericordia
voy segando
almas inertes
y las siembro
en el fondo
y el mar los siembra
en estrellas diminutas.
En el fondo
el sol se aparece
como un solsticio
del verano benereo
que decidiste
llamarme asesino
artificial
y mediocre.
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